La idea de estas investigaciones no tiene nada que ver con llevar a los animales hasta la consulta como apoyo al oncólogo, sino más bien tratar de identificar qué compuestos orgánicos volátiles olfatean los perros en los pacientes con cáncer para emplearlas de alguna manera en el desarrollo de tests diagnósticos en el futuro.
En esta ocasión, y después de varios resultados que se viene publicando desde el año 2004 con distintos tumores, el perro del ensayo (Marine) ha sido capaz de identificar con gran precisión la presencia de tumores de colon, tanto olfateando el aliento de los afectados (recogido en un dispositivo especial tras una larga exalación) como a través de sus heces. Hasta ahora sí se había demostrado esta capacidad canina en la orina, pero es la primera vez que se emplea dicho material.
Hideto Sonoda junto al labrador.
Como explican en su artículo Hideto Sonoda y su equipo, del Hospital de Fukuoka (Japón), este tipo de trabajos "aún muy preliminares" deben ser interpretados con cautela. De hecho, insisten, no se trata de introducir al perro en el proceso de diagnóstico precoz del cáncer ("algo caro y poco práctico") sino de tratar de estudiar los compuestos químicos que desprenden los tumores y que son captados por la nariz canina. "La identificación de los compuestos orgánicos volátiles podrían ayudar a resolver el carácter biológico del cáncer", epxlican, y tal vez a diseñar algún tipo de nariz artificial capaz de identificar los tumores desde sus estadíos más precoces.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/01/31/oncologia/1296483836.html
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