El resultado es que, al dormir menos, el efecto de una dieta adecuada es menos eficaz: sólo un cuarto del peso que se pierde es grasa, mientras que, en condiciones normales de sueño, más de la mitad de los kilos que se rebajan son grasa pura. Así se desprende de un estudio realizado en la Universidad de Chicago (EEUU) y publicado en 'Annals of Internal Medicine'.
La investigación contó con 10 voluntarios, todos con sobrepeso pero, en general, sanos, que pasaron 28 días vigilados en condiciones de laboratorio. La mitad del tiempo, dos semanas, se les permitía pasar ocho horas y media en cama y durmieron, como media, siete horas y 25 minutos cada noche. Las otras dos semanas, sólo podían estar cinco horas y media acostados, por lo que dormían alrededor de cinco horas y cuarto al día.
1.450 calorías
Tanto en la primera fase del estudio, con sueño normal, como en la segunda, con descanso restringido, perdieron algo menos de tres kilogramos. La diferencia es que, mientras dormían bien, rebajaron un kilo y medio de grasa. Por el contrario, cuando descansaban menos de seis horas, sólo se libraron de unos 590 gramos de grasa, pese a seguir la misma dieta de 1.450 calorías diarias. El resto del peso perdido era masa corporal libre de grasa.Además, y debido al mismo efecto de la grelina, los voluntarios pasaban más hambre cuando dormían menos. Los investigadores sospechan que, de no haber estado controlados en el laboratorio, habrían tenido más posibilidades de caer en la tentación y echar a perder su dieta.
"Basándose en los resultados del estudio, sería prudente recomendar a las personas que van a hacer dieta que duerman lo suficiente", comenta a ELMUNDO.es el doctor Plamen Penev, principal autor de la investigación. En todo caso, "se precisarán estudios de larga duración que cuenten con gente en el 'mundo real', fuera del entorno del laboratorio, para extender estos resultados", explica este endocrino.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/10/05/nutricion/1286274235.html
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