El Congreso Xacobeo de Astronomía en Santiago de Compostela (9-11 de Octubre) pasará revista a los avances recientes en esta disciplina haciendo énfasis en las investigaciones sobre la Vía Láctea, nuestra Galaxia.
La tradición de identificar el plano galáctico con el camino de Santiago (el camino que debía conducir a descubrir la tumba del Apóstol) se remonta al siglo IX. El presente Año Santo Xacobeo (un año, por tanto, en que el 25 de Julio cae en domingo) ofrece una ocasión muy oportuna para que los astrónomos pongan en común los hallazgos astronómicos de mayor actualidad en el enclave privilegiado del 'Campus Stellae' o Compostela.
Estructura espiral
La franja brillante de estrellas y nubes interestelares que constituye el Camino de Santiago es el disco de nuestra Galaxia visto de canto desde la situación periférica en la que se encuentra el Sistema Solar. Determinar la estructura galáctica mediante observaciones desde nuestra posición no es tarea fácil, pues en la dirección de mirada hacia el disco se encuentran superpuestas grandes cantidades de estrellas (al menos hay 200.000 millones en ese disco) y nebulosas que crean la característica imagen óptica de la Vía Láctea dominada por la confusión.
Para el estudio de la estructura galáctica, las observaciones radioastronómicas presentan grandes ventajas respecto de las observaciones ópticas. Las observaciones en ondas de radio del gas galáctico no están afectadas por la absorción interestelar que bloquea, en el óptico, la luz de las estrellas lejanas y además, proporcionan unas medidas de muy alta precisión de la velocidad con las que tales nubes rotan en torno al centro galáctico.

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